- 5 abril, 2021
- Posted by: adminAvanzza
- Categoría: Noticias
A causa de la crisis sanitaria originada por el covid19, el año pasado la inversión en formación por parte de las empresas disminuyó hasta un 80%, en datos de la consultora Hexagon; ya que ante la incertidumbre generada por la pandemia y sus efectos en el nivel de actividad de muchos sectores productivos, un gran número de empresas optó por la cancelación de sus planes formativos, al menos “hasta ver qué pasa en los próximos meses”.
Esta decisión puede ser comprensible atendiendo a la situación sin precedentes a la que nos enfrentamos hace un año. Sin embargo, con el paso del tiempo, las empresas han sabido ver la importancia de mantener la formación a sus empleados y el valor añadido que ésta supone, más si cabe en situaciones de incertidumbre.
Algunos de los factores clave a considerar a la hora de seguir apostando por la formación deberían ser:
- Ayuda a atraer el mejor talento. Ofrecer un buen plan de formación es un elemento clave del “employer branding”. De hecho, Hexagon también señala que 9 de cada 10 trabajadores consideran muy importante la formación que ofrecen las empresas a la hora de optar por una en la que trabajar.
- Contribuye también a la retención del talento, a su compromiso y productividad. La formación y el desarrollo de las personas de la organización es parte de lo que denominamos “employee experience”, es decir, de lo que un empleado observa, siente y vive a lo largo de su relación con la empresa, y por ende algo que sobre todo las nuevas generaciones valoran enormemente a la hora de comprometerse y dar el máximo por la empresa.
- Aumenta la capacitación y, con ello, el desempeño. Un trabajador que se mantiene actualizado conocerá siempre las mejores herramientas para desarrollar sus tareas y la resolución de problemas será mucho más rápida. Según un estudio realizado por Gallup, hasta el 71% de los empleados españoles considera que la formación es una necesidad para mejorar y estar al día en sus puestos de trabajo.
- Mejora además nuestra capacidad para adaptarnos al cambio. La situación de pandemia ha puesto de manifiesto como nunca la importancia de ser capaces de fluir en distintos entornos, de trabajar sin bloquearnos ante la adversidad, la incertidumbre y el constante cambio.
Pero más allá de esta situación provocada por el covid-19, lo cierto es que no ha habido un momento en la Historia de la Humanidad con una velocidad de cambio comparable a la actual. En efecto, la transformación digital está trayendo consigo profundos cambios en nuestros hábitos, en nuestra forma de comunicamos y de trabajar, ofreciéndonos un mundo lleno de oportunidades que podemos y debemos aprovechar, para lo cual necesitamos contar con nuevas competencias clave para el éxito en la Era Digital.
- Ayuda a nuestro crecimiento personal, es decir, a la capacidad que tenemos para tomar consciencia de nosotros mismos, de nuestras emociones, pensamientos y experiencias, a la capacidad para gestionar nuestras emociones, y en última instancia, para alcanzar nuestra mejor versión en cualquier situación.
La importancia de estas competencias actitudinales se ha puesto especialmente de manifiesto en el último año, en el que se han dado numerosas situaciones de desgaste emocional y de agotamiento psicológico que hemos venido a denominar “fatiga pandémica”.
En definitiva, invertir en formación era, es, y seguirá siendo rentable para las empresas, y una prioridad estratégica para aquellas empresas que han comprendido que deben poner a las personas en el centro para lograr éxito en sus objetivos de negocio.
Infórmate sobre cómo optar a las ayudas para formación y minimizar así el coste de la inversión en formación.